Google cumple 15 años. Sergei Brin y Larry Page, dos estudiantes de la Universidad de Stanford, desarrollaron un motor de búsqueda para la tesis doctoral de ambos, con el objetivo de mejorar las búsquedas en internet. El dominioGoogle fue registrado un año antes, el 15 de septiembre de 1997. Ya en 1998, el año de la onomástica que celebra hoy Google con su doodle, se creó la compañía Google Inc. Esto fue un 4 de septiembre y 23 días después vería la luz el popular buscador. Un armario lleno de servidores y dos procesadores fueron todo el hardware que necesitaron para poner la primera piedra del gigante tecnológico.
Google comenzó a gestarse, en realidad, en 1995. Mediados de los 90, Universidad de Stanford, California. Sergei Brin, un ingeniero electrónico con experiencia en diseño web, conoce a Larry Page, un matemático que a los seis años se enamoró de los ordenadores. Meses después, empezaron a hacer historia desarrollando un algoritmo que fue la primera célula del corazón de Google. Después de tres años de trabajo, en pleno apogeo de las puntocom, les llegaron las primeras ofertas.
Entonces, con un poco de morro, una idea pasable y un powerpoint se hacía dinero fácil en Internet. Pero Brin y Page escogieron el camino contrario, apostando por el producto y dejando a un lado el markéting. No les hizo falta. El boca a boca convirtió a Google en un fenómeno masivo. En las antípodas de Bill Gates, lejos de los yuppies y los gurús, los que comenzaron siendo los directivos peor pagados del Silicon Valley rompieron los estereotipos y abrieron un nuevo camino en la concepción de empresa tecnológica: discretos, alejados del lujo, los fundadores de Google vivieron durante años en casas de clase media, conduciendo coches normales e instaurando un renovador estado de bienestar para sus empleados. Por supuesto, nunca llevaron corbata. Googlesiempre fue diferente.
Hoy, Google es una multinacional con unos ingresos trimestrales que alcanzan los 11.100 millones de dólares, pero su filosofía, reforzada y acorazada por su éxito, continúa apoyándose en la diferenciación, en el bienestar del trabajador, en una seriedad serena, propia, alejada de la rigidez de los trajes de chaqueta y la gomina en el pelo, de las jonadas de trabajo férreas y los horarios inamovibles. Sus oficinas hablan solas de su manera de hacer. De ser. Una cafetería, mucho color, futbolines y mesas de ping-pong, que asientan los cimientos del primer motor de búsqueda del mundo.
Limando asperezas para vestirse de gala el día de su décimo quinto aniversario, Google actualizó hace cuatro meses sus diez principios inapelables, «las diez cosas que sabemos que son ciertas», como prefiere llamarlos la compañía:
1. Piensa en el usuario y lo demás vendrá solo
2. No hay nada mejor que el afán de superación
3. Es mejor ser rápido que lento
4. la democracia es una buena forma de gobierno para la web.
5. Las respuestas pueden llegar a cualquier lugar
6. Se pueden conseguir beneficios siendo honesto
7. Siempre hay más información por descubrir
8. La necesidad de información traspasa todas las fronteras.
9. No hay que llevar traje para ser formal
10. Ser muy bueno no basta.
1. Piensa en el usuario y lo demás vendrá solo
2. No hay nada mejor que el afán de superación
3. Es mejor ser rápido que lento
4. la democracia es una buena forma de gobierno para la web.
5. Las respuestas pueden llegar a cualquier lugar
6. Se pueden conseguir beneficios siendo honesto
7. Siempre hay más información por descubrir
8. La necesidad de información traspasa todas las fronteras.
9. No hay que llevar traje para ser formal
10. Ser muy bueno no basta.
Con quince años en su currículum, Google tiene ahora claras sus ideas, adónde quiere llegar -o dónde quiere mantenerse- y cómo trabajar para conseguirlo. Convertido en todo un imprescindible para la vida cotidiana, sus tentáculos abracan casi todo el espectro tecnológico imaginable y, aunque el buscador es su niño mimado, a día de hoy la compañía no escatima en esfuerzos a la hora de intentar dominar otros sectores como los servicios musicales y audiovisuales (Youtube), las redes sociales (Google+) o el correo electrónico (Gmail), el software móvil (Android), el mercado telefónico (Nexus) o los sistemas cartográficos (Google Maps).
Lo que está claro es que Google evoluciona a una rapidez de vértigo. Y no solo por lo innovador y eficiente de sus productos, ni por su peculiar cultura de empresa, sino también por las alianzas que extiende a lo largo y ancho del mundo con otras empresas y por la forma en la que ejerce el poder que le dan sus éxitos y su red publicitaria. De ser un buscador más cuando el siglo XX empezaba a despedirse, Google se desmarcó de otros servicios similares como Yahoo o Altavista gracias, principalmente, a su precisión en las búsquedas (su gran fórmula secreta: los misteriosos algoritmos de Google) y a la limpieza de su página de inicio, blanca y con una única caja de búsqueda, desprendida de cualquier ventana publicitaria que asaltase a los usuarios. Así, Google se convirtió en una de las empresas de más éxito en la economía global, con un público fiel que, durante 15 años, se ha mantenido satisfecho con sus servicios. El gran reto de cualquier empresa actual.
Lo que está claro es que Google evoluciona a una rapidez de vértigo. Y no solo por lo innovador y eficiente de sus productos, ni por su peculiar cultura de empresa, sino también por las alianzas que extiende a lo largo y ancho del mundo con otras empresas y por la forma en la que ejerce el poder que le dan sus éxitos y su red publicitaria. De ser un buscador más cuando el siglo XX empezaba a despedirse, Google se desmarcó de otros servicios similares como Yahoo o Altavista gracias, principalmente, a su precisión en las búsquedas (su gran fórmula secreta: los misteriosos algoritmos de Google) y a la limpieza de su página de inicio, blanca y con una única caja de búsqueda, desprendida de cualquier ventana publicitaria que asaltase a los usuarios. Así, Google se convirtió en una de las empresas de más éxito en la economía global, con un público fiel que, durante 15 años, se ha mantenido satisfecho con sus servicios. El gran reto de cualquier empresa actual.